24 septiembre 2009

Funcionarios

Ha bastado que un personaje de la talla intelectual del ministro de Fomento del gobiernito de España haya dicho que hay que congelar el sueldo de los funcionarios para que las hordas mediáticas se hayan puesto a babear al unísono diciendo sí, sí. Un gobiernito que ha endeudado a la nación para los próximos cincuenta años en cotas inimaginables, que despilfarra literalmente lo que puede y lo que no, que está señalado como inútil y manirroto en todos los organismos internacionales de la cosa económica, que ha puesto a España ante la increíble posibilidad de ser expulsada de la zona euro, viene ahora y nos da lecciones de austeridad a costa de los funcionarios. El señor Blanco que acaudilla la cruzada para colocar a la compañera Pajín como senadora del Reino y meterle tres millones de pelas menusales en la cuenta corriente ha sido el encargado de poner a los funcionarios a los pies de los caballos.

Resulta que en la década prodigiosa del pelotazo, cuando casi todo el mundo se lo llevaba calentito a casa, cuando un encofrador ganaba tres mil euros mensuales, cuando buscar un albañil era una heroicidad, cuando el último garrulo del pueblo montaba una constructora y se forraba sin cuento, cuando un muchachito que no sabía poner tres ladrillos derechos se paseaba con la novia en un Audi A3, los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los perdedores del momento, los que hacían más números que un contable porque los demás estaban inflacionando el país hasta llegar a lo que hemos llegado.

Y ahora resulta que la culpa de este desmadre la tienen los funcionarios. Los alcaldes de pueblo cobrando un millón de pelas mensuales limpias de polvo y paja, no. Los diputados y senadores a entre uno y dos millones mensuales, tampoco. La avaricia bancaria que prestó dinero a quien sabían que nunca iba a devolverlo, tampoco. La lista de despropósitos a señalar es mucho más grande que el espacio de este artículo. La culpa, según estos adalides de la desfachatez, es del juez que ha estado cinco años preparando unas oposiciones monstruosas, del inspector que se ha dejado la vista y la salud en cuatro años de oposiciones tremendas, tras cinco años de carrera primorosos, del profesor que ha sorteado interinidades y oposiciones cada vez más duras y que por poco más de mil euros aguantan a los niños y las niñas de mamá y papá; papás y mamás a los que no les da la gana de hacer lo que están obligados: educar a sus hijos.

Prometo más artículos contra esta ignominia de querer culpar a los funcionarios de la ruina en la que nos han metido unos cuantos inútiles. Menuda tropa.

Rafael Ordóñez.

20 septiembre 2009

Con Dos Cojones

Por fin uno que es capaz de hablar clarito, ¡sin falsedades ni hipocresías y pensando en su pueblo!

SYDNEY, may 23, 2008 (Sun Times)

El primer ministro australiano, John Howard, dijo el miércoles a los musulmanes que quieran vivir bajo la Sharia islámica que se marchen de Australia; en unos momentos en que el gobierno se encuentra aislando a posibles grupos radicales que podrían en un futuro lanzar ataques terroristas contra el pueblo de esa isla-continente.

Asimismo, Howard despertó la furia de algunos musulmanes australianos cuando dijo que ha dado todo su apoyo a las agencias de contrainteligencia australianas para que espíen en las mezquitas que hay en la nación.

'Los que tienen que adaptarse al llegar a un nuevo país son los inmigrantes, no los australianos', expresó con firmeza el mandatario. 'Y si no les gusta, que se vayan. Estoy harto de que esta nación siempre se esté preocupando de no ofender a otras culturas o a otros individuos. Desde el ataque terrorista en Bali, hemos experimentado un incremento de patriotismo entre los australianos'.

'Nuestra cultura se ha desarrollado sobre siglos de luchas, pruebas y victorias de millones de hombres y mujeres que vinieron aquí en busca de libertad', agregó Howard.

'Aquí hablamos inglés fundamentalmente', dijo el primer ministro en un momento de su enérgico discurso. 'No hablamos árabe, chino, español, ruso, japonés ni ninguna otra lengua. Por lo tanto, si los inmigrantes quieren convertirse en parte de esta sociedad, ¡que aprendan nuestro idioma!'

El mandatario continuó diciendo que la mayoría de los australianos son cristianos. 'Esto no es un ala política ni un juego político. Se trata de una realidad. Se trata de hombres y mujeres de ascendencia cristiana que fundaron esta nación basándose en principios cristianos, lo cual está bien documentado en todos nuestros libros. Por lo tanto, es completamente adecuado demostrar nuestra creencia en las paredes de nuestras escuelas. Si Cristo les ofende, entonces les sugiero que busquen otra parte del mundo para vivir, porque Dios y Jesucristo son parte de nuestra cultura'.

'Toleraremos vuestras creencias, pero teneis que aceptar las nuestras para poder vivir en armonía y paz junto a nosotros', advirtió Howard. 'Este es nuestro país, nuestra patria, y estas son nuestras costumbres y estilo de vida. Permitiremos a todos que disfruteis de lo nuestro, pero cuando dejeis de quejaros, de lloriquear y de protestar contra nuestra bandera, nuestra lengua, nuestro compromiso nacionalista, nuestras creencias cristianas o nuestro modo de vida. Os recomiendo encarecidamente que aprovecheis la gran oportunidad de libertad que teneis en Australia. ¡Aquí tenéis el derecho de iros a donde más os convenga!'

'A quienes no les guste cómo vivimos los australianos', prosiguió Howard. 'Tienen la libertad de marcharse. Nosotros no los obligamos a venir. Ustedes pidieron emigrar aquí, así que ya es hora de que acepten al país que los acogió'.

10 septiembre 2009

Prométeme

Prométeme que siempre recordarás que eres una persona especial.

Prométeme que te aferrarás a tus esperanzas y que aspirarás a alcanzar tus estrellas.

Que vivirás con felicidad a través de los años y a través de la distancia.

Prométeme que sabrás recordar y que siempre esperarás con ilusión.

Que harás las cosas que siempre quisiste hacer.

Prométeme que abrigarás tus sueños como si fuesen tesoros, que disfrutarás de la vida día a día y paso a paso.

Prométeme que vivirás una vida de amor y alegría y que todos tus sueños se harán realidad.

Prométeme que nunca dejarás de ser tú mismo.

(Anónimo)

09 septiembre 2009