Anteayer, jueves, estuve "de comida en el campo", celebrando una de nuestras dos fiestas anuales: el Día del Medio Ambiente.
A pesar de estar haciendo un curso durante esta semana, y no voy a trabajar, no me podía perder esta comida, donde la verdad es que nos lo pasamos muy bien por la gente que nos solemos juntar, y nos despejamos un poco del "duro trabajo" que desempeñamos todos los días.
Este año, ha sido un poco diferente...
En todas las fiestas, los organizadores recolectan objetos que luego sortean entre todos los asistentes, y el año pasado, entre tantos que estábamos, sólo hubo dos personas que se quedaron sin nada... una de ellas fui yo. Aunque luego sí que es cierto que me llevé uno de los regalos (un hinchador eléctrico para el coche) que un compañero me regaló (si es que me quieren mucho, aysssssss). Y este año, entre tanto ir y venir... entre que tengo algún enchufe por ahí... acabé al final de la comida con dos números para el sorteo... ¡¡y me tocaron los dos!!
Así que con un poco de vergüenza al principio, y un cachondeo total en el segundo regalo, me traje para casa mis dos regalitos... Aunque me llevé una decepción, porque al principio me dijeron que uno de ellos era un rasca para la ONCE... y creo que no me van a tocar muchos millones con el aparatito, jajajaja.
A pesar de estar haciendo un curso durante esta semana, y no voy a trabajar, no me podía perder esta comida, donde la verdad es que nos lo pasamos muy bien por la gente que nos solemos juntar, y nos despejamos un poco del "duro trabajo" que desempeñamos todos los días.
Este año, ha sido un poco diferente...
En todas las fiestas, los organizadores recolectan objetos que luego sortean entre todos los asistentes, y el año pasado, entre tantos que estábamos, sólo hubo dos personas que se quedaron sin nada... una de ellas fui yo. Aunque luego sí que es cierto que me llevé uno de los regalos (un hinchador eléctrico para el coche) que un compañero me regaló (si es que me quieren mucho, aysssssss). Y este año, entre tanto ir y venir... entre que tengo algún enchufe por ahí... acabé al final de la comida con dos números para el sorteo... ¡¡y me tocaron los dos!!
Así que con un poco de vergüenza al principio, y un cachondeo total en el segundo regalo, me traje para casa mis dos regalitos... Aunque me llevé una decepción, porque al principio me dijeron que uno de ellos era un rasca para la ONCE... y creo que no me van a tocar muchos millones con el aparatito, jajajaja.
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