Para qué nos vamos a engañar, de todos los viajes que he hecho para ver al BM Ciudad Real fuera de "casa", el de Antequera, sin duda, ha sido el mejor.
Desde las 4,30 de la madrugada del sábado 26 de mayo, ya sabíamos que iba a ser un viaje que se iba a salir de lo típico.
Miguel comenzó con la grabación que le habíamos prometido a Paco López, periodista de CMT, grabando las caras de sueño y los nervios, no sólo por el viaje, si no ilusionados por lo que nos esperaba por tierra antequera, tanto por el hermanamiento que nos estaban preparando los aficionados de allí, como porque nos jugábamos el título de Liga.
El viaje se hizo corto, 5 horitas nada más, con una parada para desayunar. A algunos quizás se les antojó un poco más largo, debido a que no les dejaron dormir, no sólo por las voces de tres locos que no paraban de gritar "¿cuándo llegamos? ¿falta mucho? ¡me meo!", si no por las continuas collejas que se repartían a diestro y siniestro con la finalidad de que no durmieran algunos.
Por muy incordio que fuera, reconozco que nos reímos, tanto "me meo" por allí y por allá, acabó Enrique por bautizarnos como "las memeo", clara coña porque en algunos viajes algunos se pasan el rato meándose y pidiendo parar el bus (que conste que nosotras era de broma, algun@s no... jeje).
Al llegar a Antequera, y después de saludar desde el bus a unos cuantos camioneros que respondieron simpáticos al saludo (lástima que luego piense que no son buenos conductores...), nos "soltaron" para que pudiéramos hacer ruta turística, o nos durmiéramos en algún banco al lado de sus innumerables fuentes de todo el pueblo.
La "sección ultra" se desvió de todo el grupo, cruzándose con la gente de Antequera, majísima, que nos rogaba un empate para que ellos pudieran mantener la categoría, y nosotros consiguiéramos ganar el título de Liga. Ni una mala cara, ni un reproche... Gente maravillosa.
Subimos al mirador (más muertos que vivos), y después de hacernos un par de fotos, otra vez para abajo (pedazo de cuesta...), y de regreso a la otra punta de la ciudad donde habíamos quedado a las 12,00 con los aficionados de las peñas antequeranas para jugar un partido de balonmano.
Para algunos, los que más ejemplo deberían de dar, la puntualidad brilló por completo por su ausencia, presentándose a las 12,35 h., dejando menos margen para el partido, ya que a las 13,00 h. nos tenían preparada la cita para irnos a comer al Gurú.
El partido... qué decir. Un hermanamiento con todas las letras, sólo hubo risas y buen rollo. Perdimos, eso hay que suponérselo, y ni 15 contra 6 sin que los contrarios se dieran cuenta, pudo hacer un milagro de salvar un poco la imagen, jeje.
Durante la comida, más de lo mismo, conocer gente, un ambiente excepcional, cánticos de una y otra afición, apoyándonos mutuamente...
Agradecer a Jorge que no nos hiciera esperar a Albita y a mí por la comida, que nos pasó dos platos para que no tuvieramos que hacer cola... Jeje, muy chula esa foto que nos hicimos los tres, aunque Javi casi nos corta la cabeza... ¿sería por eso que Albita sale en la primera con la cabeza torcida? ¿porque sabía lo que podía pasar? jajajajaja.
En el pabellón... antes, durante y después, qué decir, que fue impresionante ver animar a todo el pabellón, tantas camisetas verdes, saludar tantas veces a la peña que estaba delante de nosotros, y que se me saltaban las lágrimas cuando empezamos a animar al Antequera, y uno de la peña de enfrente (¡¡quiero saber el nombre, joooooo!!) nos aplaudió y se llevó la mano en el corazón muy agradecido.
Anécdotas del partido... Pues Javi, el de CRN, que conectó en directo y venía derechito a mí a entrevistarme (esto de conocer a la gente... jajajaja) y al final por suerte, conseguí que enganchara a Miguel y no a mí.
La de veces que nos dio a Albita y a mí Javi con el bombo... ¡¡qué petardo!!.
Sergio, pobrecito, cómo acabó con la voz, cómo llevaba a los nuestros a cantar, lo bien que se lo pasó.
Cuando fuimos Albita y yo en el descanso a por algo de beber (qué calor y qué sed...) y mareamos un poco al pobre camarero, jajaja. El hombre que estaba a nuestro lado se rió un montón, ¡¡pero es que estábamos aceleradas!! Fanta de naranja, por cierto, que Albita me tiró encima al final del partido porque estaba emocionada saludando a cierto número 9... ejem ejem...
Y bueno, ya llegando al final... la de veces que nos decían que ya había acabado el partido del Ademar-Portland y que había perdido el Portland, por lo que éramos campeones. Aleeeeeeeee, todos a cantar "campeoooooones campeooooooones oeeeee oeeeee oeeeee" y al momento nos decía que faltaban 5 minutos para acabar, y al rato otra vez, que ya había terminado, y también era mentira... perdí la cuenta de las veces que nos marearon con este tema, jajaja. Todos con los móviles en las manos, llamando, esperando un SMS que nos dijera el resultado... Y todo el pabellón, culipardos y antequeranos, cantando "este partido lo vamos a empatar"...
Para terminar... todos los ciudadrrealeños a pie de pista, cantando "que salgan los toreros" y poder celebrar este título antes de final de temporada con nuestros jugadores.
Salieron, nos aplaudieron, cantamos, hubo abrazos con ellos, coches de manos, euforia... y a salir del pabellón donde esperábamos poder volver a animarlos.
La nota negra del día la pusieron los conductores de los autobuses, que no nos dejaron esperar a todos los jugadores a la salida del partido, ya que querían irse con o sin nosotros, y tuvimos que salir corriendo para no quedarnos en tierra.
La vuelta muy tranquilita... algunos "me meos" al principio, varias risas cuando nos encontramos con el bus del equipo detrás de nosotros, mirando cómo Jota animaba el cotarro cantando por el micro mientras el resto bailaba, orgullosos de ver un CAMPEONES a lo grande en la delantera del bus, y el resto del viaje, durmiendo, y unas maneras muy bruscas el "autobusero" para despertarnos tanto en la parada para cenar, como cuando llegamos a Ciudad Real (todos durmiendo y de pronto enciende las luces y pone la música a toda pastilla...). Pero me ahorraré el comentario, porque lo que merece la pena es desear que Antequera pueda permanecer en Asobal para que la próxima temporada, chicos, nos podamos volver a juntar como este sábado.
Como he leído por ahí... desde este fin de semana, la afición del Antequera se ha ganado con creces un rinconcito en nuestro corazón.
Desde las 4,30 de la madrugada del sábado 26 de mayo, ya sabíamos que iba a ser un viaje que se iba a salir de lo típico.
Miguel comenzó con la grabación que le habíamos prometido a Paco López, periodista de CMT, grabando las caras de sueño y los nervios, no sólo por el viaje, si no ilusionados por lo que nos esperaba por tierra antequera, tanto por el hermanamiento que nos estaban preparando los aficionados de allí, como porque nos jugábamos el título de Liga.
El viaje se hizo corto, 5 horitas nada más, con una parada para desayunar. A algunos quizás se les antojó un poco más largo, debido a que no les dejaron dormir, no sólo por las voces de tres locos que no paraban de gritar "¿cuándo llegamos? ¿falta mucho? ¡me meo!", si no por las continuas collejas que se repartían a diestro y siniestro con la finalidad de que no durmieran algunos.
Por muy incordio que fuera, reconozco que nos reímos, tanto "me meo" por allí y por allá, acabó Enrique por bautizarnos como "las memeo", clara coña porque en algunos viajes algunos se pasan el rato meándose y pidiendo parar el bus (que conste que nosotras era de broma, algun@s no... jeje).
Al llegar a Antequera, y después de saludar desde el bus a unos cuantos camioneros que respondieron simpáticos al saludo (lástima que luego piense que no son buenos conductores...), nos "soltaron" para que pudiéramos hacer ruta turística, o nos durmiéramos en algún banco al lado de sus innumerables fuentes de todo el pueblo.
La "sección ultra" se desvió de todo el grupo, cruzándose con la gente de Antequera, majísima, que nos rogaba un empate para que ellos pudieran mantener la categoría, y nosotros consiguiéramos ganar el título de Liga. Ni una mala cara, ni un reproche... Gente maravillosa.
Subimos al mirador (más muertos que vivos), y después de hacernos un par de fotos, otra vez para abajo (pedazo de cuesta...), y de regreso a la otra punta de la ciudad donde habíamos quedado a las 12,00 con los aficionados de las peñas antequeranas para jugar un partido de balonmano.
Para algunos, los que más ejemplo deberían de dar, la puntualidad brilló por completo por su ausencia, presentándose a las 12,35 h., dejando menos margen para el partido, ya que a las 13,00 h. nos tenían preparada la cita para irnos a comer al Gurú.
El partido... qué decir. Un hermanamiento con todas las letras, sólo hubo risas y buen rollo. Perdimos, eso hay que suponérselo, y ni 15 contra 6 sin que los contrarios se dieran cuenta, pudo hacer un milagro de salvar un poco la imagen, jeje.
Durante la comida, más de lo mismo, conocer gente, un ambiente excepcional, cánticos de una y otra afición, apoyándonos mutuamente...
Agradecer a Jorge que no nos hiciera esperar a Albita y a mí por la comida, que nos pasó dos platos para que no tuvieramos que hacer cola... Jeje, muy chula esa foto que nos hicimos los tres, aunque Javi casi nos corta la cabeza... ¿sería por eso que Albita sale en la primera con la cabeza torcida? ¿porque sabía lo que podía pasar? jajajajaja.
En el pabellón... antes, durante y después, qué decir, que fue impresionante ver animar a todo el pabellón, tantas camisetas verdes, saludar tantas veces a la peña que estaba delante de nosotros, y que se me saltaban las lágrimas cuando empezamos a animar al Antequera, y uno de la peña de enfrente (¡¡quiero saber el nombre, joooooo!!) nos aplaudió y se llevó la mano en el corazón muy agradecido.
Anécdotas del partido... Pues Javi, el de CRN, que conectó en directo y venía derechito a mí a entrevistarme (esto de conocer a la gente... jajajaja) y al final por suerte, conseguí que enganchara a Miguel y no a mí.
La de veces que nos dio a Albita y a mí Javi con el bombo... ¡¡qué petardo!!.
Sergio, pobrecito, cómo acabó con la voz, cómo llevaba a los nuestros a cantar, lo bien que se lo pasó.
Cuando fuimos Albita y yo en el descanso a por algo de beber (qué calor y qué sed...) y mareamos un poco al pobre camarero, jajaja. El hombre que estaba a nuestro lado se rió un montón, ¡¡pero es que estábamos aceleradas!! Fanta de naranja, por cierto, que Albita me tiró encima al final del partido porque estaba emocionada saludando a cierto número 9... ejem ejem...
Y bueno, ya llegando al final... la de veces que nos decían que ya había acabado el partido del Ademar-Portland y que había perdido el Portland, por lo que éramos campeones. Aleeeeeeeee, todos a cantar "campeoooooones campeooooooones oeeeee oeeeee oeeeee" y al momento nos decía que faltaban 5 minutos para acabar, y al rato otra vez, que ya había terminado, y también era mentira... perdí la cuenta de las veces que nos marearon con este tema, jajaja. Todos con los móviles en las manos, llamando, esperando un SMS que nos dijera el resultado... Y todo el pabellón, culipardos y antequeranos, cantando "este partido lo vamos a empatar"...
Para terminar... todos los ciudadrrealeños a pie de pista, cantando "que salgan los toreros" y poder celebrar este título antes de final de temporada con nuestros jugadores.
Salieron, nos aplaudieron, cantamos, hubo abrazos con ellos, coches de manos, euforia... y a salir del pabellón donde esperábamos poder volver a animarlos.
La nota negra del día la pusieron los conductores de los autobuses, que no nos dejaron esperar a todos los jugadores a la salida del partido, ya que querían irse con o sin nosotros, y tuvimos que salir corriendo para no quedarnos en tierra.
La vuelta muy tranquilita... algunos "me meos" al principio, varias risas cuando nos encontramos con el bus del equipo detrás de nosotros, mirando cómo Jota animaba el cotarro cantando por el micro mientras el resto bailaba, orgullosos de ver un CAMPEONES a lo grande en la delantera del bus, y el resto del viaje, durmiendo, y unas maneras muy bruscas el "autobusero" para despertarnos tanto en la parada para cenar, como cuando llegamos a Ciudad Real (todos durmiendo y de pronto enciende las luces y pone la música a toda pastilla...). Pero me ahorraré el comentario, porque lo que merece la pena es desear que Antequera pueda permanecer en Asobal para que la próxima temporada, chicos, nos podamos volver a juntar como este sábado.
Como he leído por ahí... desde este fin de semana, la afición del Antequera se ha ganado con creces un rinconcito en nuestro corazón.
2 comentarios:
pues si efestivamente muy bien contado jajaja tu y yo sin duda las que mejor nos lo pasamos jajajajajajaja
las meos al poder!!!!!!! jajaja
y sobretodo tienes razon con lo de que los antequeranos tienen un huequito en nuestro corazon para siempre ojala el año que viene nos vemos otra vez
saludos a jorge y al numero 9 jajajajajajaja
Jajaja, me he dejado demasiado en el tintero... pero es que son tantas cosas... como una que yo me sé que le dio una patada a una mierda seca, y alguien gritó a los cuatro vientos que íbamos a ganar porque había pisado la mierda...
O esas fotos en el parque de los peques...
P.D.: Somos las "memeos" no "meos" jajaja.
Publicar un comentario