Este fin de semana se ha disputado la Final 4 de Balonmano en Alemania.
Ante la sorpresa de muchos (la mía incluída), este año ha habido una final "española". Sí, pongo española entre comillas porque también son muchos los que piensan que el F.C. Barcelona no es que sea muy español, porque no se sienten muy españoles, empezando por su presidente y acabando por sus aficionados. Cosas de mezclar churras con merinas.
Por desgracia, para los que íbamos con el BM Ciudad Real, el juego no fue para nada fluido, los fallos en contraataques y penaltis fueron excesivamente evidentes, y con un Saric crecido no, lo siguiente, hizo que la final se decantara por parte catalana.
Una se queda con un mal sabor de boca por muchos motivos: perder la final contra uno de nuestros rivales eternos; el segundo puesto es el primero de los perdedores; me quedo con la sensación de un juego desordenado y malo; lesión de Arpad (y sus lágrimas al final del camino); narices ensangrentadas de Chema...
Aún así, la temporada ha estado muy bien: 3 títulos (Supercopa de España, Copa Asobal y Copa del Rey), y 3 segundos puestos en el resto de campeonatos (Liga Asobal, Super Globe y Champions League).
Orgullosa de tener los jugadores que tenemos. Entristecida porque Viran Morros se va (y encima al F.C. Barcelona...) Dando las gracias uno a uno, que han estado ahí, al pie siempre, recuperándose en los peores momentos, aunque muy fallones en otros.
Y sabiendo, que a pesar de los años de algunos, y el empeño de otros en señalarle como un "muerto" que ya no vale para jugar, tenemos a uno de los dos mejores porteros que hay en España: José Javier Hombrados. Persona querida donde las haya en Ciudad Real, alegre, campechano, y un buen seguro en la portería, tal como lo demuestra siempre que sale a jugar. Y además, sin dudarlo, el mejor de la final de la Champions.
En fin, una temporada más que se acaba y que no he podido disfrutar lo que me hubiera gustado debido a la puñetera crisis, deseando que descansen en sus vacaciones, y que nos vuelvan a hacer disfrutar de lo que nos gusta en unos pocos meses, nuestra pasión: el balonmano.
Ante la sorpresa de muchos (la mía incluída), este año ha habido una final "española". Sí, pongo española entre comillas porque también son muchos los que piensan que el F.C. Barcelona no es que sea muy español, porque no se sienten muy españoles, empezando por su presidente y acabando por sus aficionados. Cosas de mezclar churras con merinas.
Por desgracia, para los que íbamos con el BM Ciudad Real, el juego no fue para nada fluido, los fallos en contraataques y penaltis fueron excesivamente evidentes, y con un Saric crecido no, lo siguiente, hizo que la final se decantara por parte catalana.
Una se queda con un mal sabor de boca por muchos motivos: perder la final contra uno de nuestros rivales eternos; el segundo puesto es el primero de los perdedores; me quedo con la sensación de un juego desordenado y malo; lesión de Arpad (y sus lágrimas al final del camino); narices ensangrentadas de Chema...
Aún así, la temporada ha estado muy bien: 3 títulos (Supercopa de España, Copa Asobal y Copa del Rey), y 3 segundos puestos en el resto de campeonatos (Liga Asobal, Super Globe y Champions League).
Orgullosa de tener los jugadores que tenemos. Entristecida porque Viran Morros se va (y encima al F.C. Barcelona...) Dando las gracias uno a uno, que han estado ahí, al pie siempre, recuperándose en los peores momentos, aunque muy fallones en otros.
Y sabiendo, que a pesar de los años de algunos, y el empeño de otros en señalarle como un "muerto" que ya no vale para jugar, tenemos a uno de los dos mejores porteros que hay en España: José Javier Hombrados. Persona querida donde las haya en Ciudad Real, alegre, campechano, y un buen seguro en la portería, tal como lo demuestra siempre que sale a jugar. Y además, sin dudarlo, el mejor de la final de la Champions.
En fin, una temporada más que se acaba y que no he podido disfrutar lo que me hubiera gustado debido a la puñetera crisis, deseando que descansen en sus vacaciones, y que nos vuelvan a hacer disfrutar de lo que nos gusta en unos pocos meses, nuestra pasión: el balonmano.
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