Igual de molestos son los que intentan meter en el mismo a todos los funcionarios españoles, en un intento, quizás, de tapar los propios defectos.
Pues sí, se puede vivir bien, pero la mayoría hacemos nuestro trabajo, mas eso ni lo ven ni lo quieren ver muchos, prefieren criticar por criticar, creyéndose en posesión de la verdad absoluta con todo lo que dicen.
Volviendo al tema de la lectura, en mi trabajo, para poder facilitar las esperas, tengo puestos carteles en la puerta por la parte exterior comentando todos los trámites necesarios para solicitar los documentos que tocan entregar en mi sección, lugares de pago, fechas… mejor IMPOSIBLE. También lo hice por el hecho de que estoy solita en el despacho, y durante la hora del “desayuno” no me sustituye nadie, por lo que alguien que venga y no me encuentre en mi puesto de trabajo, no es necesario que entre a que le informe, ni esperar a que vuelva, si no que puede hacerlo él solito.
Pues no, más de uno habrá llegado un minuto después de irme yo, y se ha esperado media hora para que cuando llegue, le diga algo que se encuentra en los carteles, y no haya conseguido nada… bueno, descansar de pie 30 preciosos minutos que podía haber utilizado en la cola del banco.
¡¡Luego no os quejéis!! La culpa es vuestra, a mí que no me digan…
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