Copa Del Rey De Balonmano En Zaragoza

A última hora, y ya fuera de plazo, al final acabamos apuntándonos al viaje que había planeado para ir a Zaragoza este fin de semana pasado (19-20 de abril) con motivo de la Copa del Rey de balonmano.

El autobús, salía a las 6 de la mañana del mismo lugar de siempre: la Plaza de San Francisco. Destacar del bus… que ha sido, creo yo, el peor en el que hemos montado en todos nuestros viajes… Espacio entre asientos excesivamente estrechos (creo que a nadie nos cabían las piernas en condiciones, qué dolor de rodillas…); el aire acondicionado olía a apolillado de hace siglos; las películas se quedaban cortadas (dos veces vimos la primera media hora de “Dos Policías Rebeldes II”, para al final tener que quitarla); los espacios para poner los abrigos también pequeños; la radio cuando puso los deportes a la vuelta, no se escuchaba (anda que no se quejó la gente, jeje).

Después de 7 horas en el “bus”, por fin llegamos a una Zaragoza llena de obras por todos sitios, y para qué variar, el “autobusero” nos perdió un poco y dimos un par de vueltas por el mismo sitio, hasta encontrar la calle que nos llevaba al hotel.

Cuando Albita me comentó que el hotel era un NH, pensé que habían escogido uno bueno, debido a la fama que tiene esta cadena de hoteles, y al verlo en Internet, me pareció que estaba bastante bien… aunque resultó también pequeño, aunque yo no me quejaré en cuanto a la habitación, ya que a nosotros nos tocó de las más amplias, no así a Albita, que poco más y tiene que mear de lado, jajajajaja.

Al terminar de dejar las maletas (no sin antes intentar abrir la habitación de Albita con mi llave, ejem ejem...), nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, corto, porque el hotel estaba un pelín alejado del centro, y en nada casi que había que volver para coger el bus que nos llevara al pabellón y ver la primera semifinal entre el Portland-Barcelona.

Nos llovió un poco, hicimos muchas fotos, nos reímos horrores hasta llorar en la comida, porque anda que no fue mala, pero todo lo que nos reímos, que si se movía el filete, que si las vacas locas, que si hay que darle caña al novio por la noche... y el tema estrella, Arritri y Grego en una misma habitación.

Llegamos al pabellón, y como siempre, al final nos sentamos donde más nos gustó, y acabamos animando al Portland, contra todo pronóstico por no caernos excesivamente en gracia por ciertos foreros que hacen que el resto amasen el odio hacia este equipo (bueno, y algunos jugadores, jajajaja).

Entre partido y partido, acabamos hablando con un hombre que estaba sentado a mi derecha, que era del CAI, de un pueblo que se llamaba Tauste (creo que era ese pueblo), muy majo, y encantado de poder disfrutar de un fin de semana de balonmano.

Al final ganó el Barcelona, ganamos nosotros ("Ponte la vendaaaaaaaaaaa, Iker ponte la vendaaaaaaaaaaaaaa"), y final de infarto...

Por la noche, reventados por el viaje, por el paseo matinal, por los partidos, nos fuimos a cenar a un "chino" de bocadillos muy cerca del hotel. Por suerte, fue totalmente distinto a la comida, nos salió más barato, y la comida era decente. Terminado el estómago de recargarse, y a pesar de que Grego tenía unas ganas locas de salir de marcha, nos fuimos todos a la cama (algunos según parece, con el pijama olvidado en casa... y la espuma del pelo...)

Al día siguiente, domingo, llegaron Javi y Cris que se habían acercado en coche para ver la final. Como no podía ser de otra forma, hicimos la misma ruta turística que el día anterior, para que pudieran ver lo mínimo cuando te acercas a Zaragoza: la "Pilarica". Comimos en el McDonnal's, porque ellos se traían sus propios bocadillos y ahí nadie nos podía decir nada de meter comida de fuera, y vuelta al hotel para que el bus nos llevara de nuevo al pabellón, ya que estaba justo en la otra punta de toda la ciudad, que eso no lo he dicho antes, jeje. Como decía Miguel, el pabellón y el hotel estaban justo en la otra punta de la ciudad, vamos, que doblabas el mapa por la mitad, y se juntaban uno encima del otro, aysssssssss.

Y una vez metidos en el partido... más cánticos a Iker; cabreo monumental contra Xepkin que fue antideportivo a más no poder; bronca con otros aficionados (aún no tenemos claro si eran de Ciudad Real o de dónde) porque se quejaban de que no nos sentábamos; una segunta parte todos de pie animando y yo con el megáfono (quiero uno!!!!!!!!!!! ¿quién me lo regala? jeje).

Mucho sufrimiento, muchos nervios... pero... ¡¡ganamos!! Comentarios tontos de Iker al finalizar (eso lo hace para calentarnos en el partido que tenemos contra ellos en Liga el próximo 30 aquí en el Quijote Arena), muchas bufandas del Ciudad Real, muchas sonrisas entre aficionados y jugadores, muchos "campeooooooonesssssssss campeoneeeeeeeeeeeeees" y "esta copica, pa' la Pilarica", y de vuelta a casa, molidos todos, con 7 horas más de viaje por delante, con piernas doloridas, bronca con llamada a la policía en la parada para cenar (y uno que yo me sé que tuvo que salir a arreglarlo todo, aysssssssss), y al día siguiente... a trabajar, con un par, jajajajaja.

Me he dejado muchos detalles, pero es que si lo cuento todo... me mandáis a la porra, jeje.