09 septiembre 2008

¿Eres Feliz?...

En cierta ocasión, durante una elegante recepción de bienvenida al nuevo Director de una importante compañía en una ciudad europea, las esposas de los otros directores, que querían conocer a la esposa del festejado, le preguntaron con cierto morbo:

- ¿Te hace feliz tu esposo? ¿Verdaderamente te hace feliz?

El esposo, que en ese momento no estaba a su lado, pero sí lo suficientemente cerca para escuchar la pregunta, prestó atención a la conversación e incorporó ligeramente su postura en señal de seguridad y atención e hinchó un poco el pecho orgullosamente, pues sabía que su esposa diría que sí. Ella jamás se había quejado durante su matrimonio.

Sin embargo, para sorpresa suya y de los demás, la esposa respondió con un rotundo: “No, no me hace feliz.”

En la sala se hizo un incómodo silencio como si todos los presentes hubieran escuchado la respuesta de la mujer. El marido estaba petrificado. No podía dar crédito a lo que su esposa decía, y menos en un momento tan importante para él.

Ante el asombro del marido y de todos, ella simplemente acomodó enigmáticamente sobre su cabeza su elegante chalina de seda negra y continuó:

- No, él no me hace feliz… Yo soy feliz…

>> El hecho de que yo sea feliz o no, no depende de él, sino de mí.

>> Yo soy la única persona de quien depende mi felicidad. Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de otra persona, de otra cosa o circunstancia sobre la faz de esta tierra, tendría serios problemas.

>> Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente: el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc… Y así podría decir una lista interminable…

>> A través de toda mi vida, he aprendido algo: Yo decido ser feliz y lo demás son “experiencias o circunstancias”, como ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar, y junto a mi esposo lo he vivido y practicado tantas veces…

>> La felicidad siempre se apoyará en el verdadero perdón y en el amor a sí mismo y a los demás.

>> … No es responsabilidad de mi esposo hacerme feliz… Él también tiene sus “experiencias o circunstancias”, lo amo y él me ama, muy a pesar de sus circunstancias y de las mías.

>> Él cambia, yo cambio, el entorno cambia, todo cambia. Observando esos cambios, los cuales tal vez puedan ser fuertes o no, pero existen, hay que enfrentarlos con el amor que hay en cada uno de nosotros. Si los dos nos amamos y nos perdonamos, los cambios serán sólo “experiencias o circunstancias” que nos enriquecen y que nos darán fortaleza. De lo contrario, sólo habremos sido parejas de “paso”.

>> Para algunos, divorciarse es la única solución. En realidad, es la más fácil…

>> El amar verdaderamente, es difícil, es dar amor y perdonar incondicionalmente, vivir, tomar las “experiencias o circunstancias” como son, enfrentarlas juntos y ser feliz por convencimiento.

>> Hay gente que dice: “No puedo ser feliz porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque me han insultado, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valora…”

>> Pero lo que no sabes es que puedes ser feliz aunque estés enfermo, aunque haga calor, tengas o no dinero, aunque alguien te haya insultado, o alguien no te ame o no te haya valorado.

>> Ser feliz es una actitud ante la vida y cada uno decide…

>> Ser feliz, sólo depende de ti.

2 comentarios:

Albita dijo...

holaaaaaaaaaaaa que tal¿?¿? jajaja hoy creo que me quedo en ciudad real que felicidadd ejeje

Rosa Negra dijo...

Jeje, a ver qué haces en Ciudad Real, que tienes un peligro... ;)

De todas formas, no sé para qué querías Internet en el pueblo si siempre estás en la city o no te conectas nunca... ejem ejem...