Se fue el mejor extremo del mundo. Nos "abandona" muy a su pesar, emocionado por dejarnos, como muchos de nosotros, aguantándose la tristeza que supone la despedida.
Atrás quedarán sus muchos goles, sus distintos lanzamientos de "7 metros", su forma de "volar" y esa manera tan increíble de mantenerse suspendido en el aire (como si se hubiera parado el tiempo en ese instante) que tanto me gustaba.
Dzomba ha dejado en nuestro recuerdo algo más que buen juego, se ha dejado querer por todos. Esa eterna sonrisa nos cautivó de la misma forma, la simpatía que derrochaba allá por donde iba, y ese acento croata, consiguió embelesar a toda una ciudad, aún casi desconocida en el mapa español.
Emocionados, hace una semana coreábamos en la Plaza Mayor "Dzomba quédate" a pesar de la imposibilidad de tal hecho, con la esperanza de que vuelva algún día con nosotros, y como una muestra más del cariño que le hemos demostrado en estos años, y que sepa que lo echaremos de menos, tanto en lo profesional como en lo personal.
Atrás quedarán sus muchos goles, sus distintos lanzamientos de "7 metros", su forma de "volar" y esa manera tan increíble de mantenerse suspendido en el aire (como si se hubiera parado el tiempo en ese instante) que tanto me gustaba.
Dzomba ha dejado en nuestro recuerdo algo más que buen juego, se ha dejado querer por todos. Esa eterna sonrisa nos cautivó de la misma forma, la simpatía que derrochaba allá por donde iba, y ese acento croata, consiguió embelesar a toda una ciudad, aún casi desconocida en el mapa español.
Emocionados, hace una semana coreábamos en la Plaza Mayor "Dzomba quédate" a pesar de la imposibilidad de tal hecho, con la esperanza de que vuelva algún día con nosotros, y como una muestra más del cariño que le hemos demostrado en estos años, y que sepa que lo echaremos de menos, tanto en lo profesional como en lo personal.
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